Por quinta vez, un equipo que nació en el barrio, en la provincia, y que inició su peregrinar en el fútbol desde las instancias aficionadas logra hacer historia y escala a lo más algo de nuestro balompié.
El trabajo realizado por las ligas provinciales de la Federación Panameña de Fútbol (FEPAFUT) a través de su torneo más importante, la Copa Rommel Fernández, sigue dando frutos.
Quinta vez
Costa del Este FC se convirtió en el quinto campeón de Copa Rommel Fernández que logra ascender a la máxima categoría del fútbol panameño luego de ganar dicho derecho al coronarse el pasado viernes como monarca absoluto de la Liga Ascenso LPF.
Anteriormente lo habían conseguido el Atlético Veragüense, equipo que ganó la Copa Rommel como La Primavera FC en 1997; el Club Atlético Independiente (Panamá Oeste), en 1999-2000; River Plate FC (Colón), en 2002; y Santa Gema FC (Panamá Oeste), en el 2011.
Importante señalar que Costa del Este compró en 2014 el cupo del Santos FC, equipo que ganó la Rommel en el 2012.
Mención especial para Río Abajo FC, que en la edición del 2002 fue subcampeón del máximo torneo de fútbol aficionado en el país, año en el que FEPAFUT otorgó cupos en segunda división al primero y al segundo lugar de las temporadas 2002 y 2003.
Otro equipo para tomar en cuenta es el AD Orión, el cual jugó en las desaparecidas COFUNA (que posteriormente se llamaría LINFUNA) y ANAPROF entre 1994 y 1996 de donde descendió para ganar la Copa Rommel en el 2001 y ascender nuevamente a la segunda división en la que jugó hasta el torneo Clausura 2014, ganando de paso los torneos Apertura 2008 y Apertura 2009.
En segunda
De los equipos campeones de la Rommel Fernández se mantienen en segunda división SD Panamá Oeste, campeón en la edición 2007-2008 como Chorrillito FC; el CD Centenario, ganador en la temporada 2013, y el San Martín FC, campeón en 2016-2017.
Equipos como Tierra Firme FC y New York FC (Colón) también ganaron la Copa Rommel y jugaron en segunda división pero por diversas razones ya no están en competencia. En el caso de los primeros, perdieron la categoría tras quedar últimos en la tabla general de descenso, mientras que los colonenses no cumplieron con los requisitos de licenciamiento de CONCACAF y no pudieron seguir en la competencia.
Trabajo incansable
El hecho que equipos que nacen en lo más profundo de los barrios lleguen a la máxima categoría del fútbol profesional panameño demuestra que las ligas provinciales están haciendo su trabajo; un trabajo que es vital para el desarrollo del fútbol en el país.
Es un trabajo que inicia en los corregimientos a los que los dirigentes llegan con el apoyo que la FEPAFUT les brinda en materia no solo de implementos deportivos sino de capacitación constante en temas de dirección técnica, arbitraje, desarrollo técnico, fútbol base, entre otros.